Por: Ing. Civil &
Magíster en Educación,
Henry Adolfo Peralta Buriticá
Articulo publicado en la Revista INCIDE, Edición 133 de 2018
Hermosillo, Sonora, México
Cartagena de Indias en Colombia fue el escenario de la
VI Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres de las
Américas (PR18), que se desarrolló entre el 20 al 22 de junio de 2018.
Organizada conjuntamente entre la Oficina de las Naciones Unidas para la
Reducción del Riesgo de Desastres – UNISDR de las Américas y la Unidad Nacional
para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD de Colombia, contó con la
participación de más de mil delegados de todos los países de las Américas.
Como resultado de este evento, en la Declaración de
Cartagena firmada por los Ministros, Ministras y Jefes de Delegación de los
países participantes, se reconoce la
necesidad de continuar fortaleciendo las plataformas nacionales y regionales en
las cuales se organizan los países de la región para avanzar en la reducción del
riesgo de desastres.
Las Plataformas de Reducción del Riesgo de Desastres
se constituyen en un espacio democrático único a nivel global, regional,
nacional y local, para hacer seguimiento de la implementación del Marco de
Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015 – 2030. Es el escenario
propicio para establecer diálogos entre diversos sectores de la sociedad que
incluye a funcionarios de alto nivel gubernamentales, jefes de gobiernos a
todas las escalas, ministros, secretarios, parlamentarios, alcaldes,
representantes del sector privado, de la ciencia y la academia, como de la
sociedad civil organizada.
A nivel global se realizan plataformas para la RRD
cada dos años, esta generalmente desde su establecimiento en 2006 se ha
desarrollado en Ginebra Suiza. Sin embargo a partir del año 2017 se decidió
descentralizarla y por lo menos realizar una cada dos años en un país diferente
a Suiza. Es así como la primera Plataforma Global de RRD se realizó en mayo de
2017 en Cancún México. Estos espacios son muy políticos, en ellos se llevan los
acuerdos y posiciones que se han establecido a nivel regional.
Por otro lado existen las Plataformas Regionales para
la RRD, que son espacios más acotados y más técnicos de mucha discusión, donde
se pone en común los avances en la aplicación de los marcos de RRD adoptados a
nivel global. Estos se realizan cada dos años y por regiones del mundo, los
cuales agrupan una diversidad de países, que comparten problemáticas similares
y/o límites geográficos. Estos países hacen parte por lo general de un mismo
continente.
Un espacio estratégico y clave para fortalecer el
diálogo en RRD entre los diferentes actores que componen cada uno de los
países, es el correspondiente a las Plataformas Nacionales para la RRD. Solo
muy pocos países promueven y realizan este tipo de eventos a nivel nacional, en
la actualidad estos no llegan a ser más de 20. El fortalecimiento de la
gobernanza y la gobernabilidad del riesgo en los países, pasa por promover encuentros
multiactores para discutir temas relevantes sobre la manera en cómo se reduce
el riesgo de desastres, pero a la vez como se promueve un desarrollo
sostenible.
Es urgente y necesario promover la realización de
Plataformas Nacionales para la RRD, siguiendo el ejemplo de las que se realizan
a nivel global y regional. Este es de por sí, un espacio democrático y de
participación de todos los sectores de la sociedad, gobiernos locales, ONG,
sector privado, organizaciones de mujeres, parlamentarios, etc.
Espacios que impulsados por las entidades responsables
de la gestión del riesgo de desastres y la protección civil, convoquen a un
dialogo abierto para dar a conocer lo que se hace en materia de RRD y las
brechas que faltan por cubrir, mediante la aplicación de Marco de Sendai para
la Reducción del Riesgo de Desastres de lo global a lo local.
La realización de plataformas nacionales en todos los
países, en especial los de Latinoamérica y el Caribe, permitiría sacar de la
caja negra la gestión del riesgo de desastres y oxigenar los paradigmas
existentes, así como crear nuevos. Para lograr esto, la gestión del riesgo de
desastres no puede seguir siendo un sector aislado de los procesos del
desarrollo. Tampoco debe seguir siendo instituciones paquidérmicas que se han
quedado en su zona de confort. Ni en
ninguna medida, seguir siendo manipulada bajo el criterio personalista de seres
humanos que creer que tienen la verdad absoluta y no están dispuestos a cambiar
sus modelos mentales.
Las Plataformas Nacionales de RRD son los espacios propicios
para dar voz a los que no han tenido voz y escuchar las buenas prácticas, así
como también los fracasos. Para articular los desarticulado, riesgo y
desarrollo como temas de una misma agenda. Para construir un camino hacia la
sostenibilidad, mediante el fortalecimiento de la resiliencia de los
territorios. Un espacio donde no solo se reflexione, sino que motive el actuar,
para organizarse, conocer e invertir en RRD, porque si no se corre el riesgo de
quedarse en el simple verbalismo.
El horizonte ya está dado, las siete metas del Marco
de Sendai son el gran derrotero para actuar en consonancia al 2030. El
resultado estará en función del compromiso de los gobiernos con la RRD y aun
así más de importante, el de la participación y empoderamiento de la sociedad
civil organizada. Los gobiernos son de paso, contrario a la sociedad civil que
permanece, ahí estará el verdadero éxito de la aplicación de la RRD a las políticas
del desarrollo sostenible. Las Plataformas Nacionales de RRD, es el espacio
natural de la sociedad civil, como espacio democrático desde donde puede
realmente marcar la diferencia y generar los cambios.
¡Excelente artículo! El intercambio de experiencias es importante para la generación de información, alcanzar la madurez para decir que funcionó y qué no para que las buenas prácticas puedan ser replicadas.
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