“El
riesgo puede encararse de tres maneras distintas, con NEGACIÓN,
con INDIFERENCIA o con CAMBIO… el
reto es la capacidad de decidir sobre unas condiciones de inseguridad que
nosotros mismos hemos producido” (Ulrich Beck)
Según el informe de evaluación global del riesgo de desastres GAR - 2013 de UNISDR, envía una
señal de alerta al sector empresarial, para que desarrollen inversiones sensibles al riesgo,
que garanticen la continuidad de los negocios, sus operaciones y la
seguridad de los entornos donde estos están asentados frente a la
ocurrencia de desastres. Naciones Unidas estima que los costos
potenciales de futuros desastres en el sector empresarial están
subestimados, estos podrían alcanzar la cifra en más de 180 mil millones
de dólares. Actualmente en el ámbito internacional las pérdidas en el sector empresarial son 50% más de lo que se pensaba.
Las
cadenas de valor y de suministro de las empresas podrían sufrir graves
consecuencias, por la materialización de eventos naturales,
socio-naturales, antrópicos y tecnológicos en desastres, cuyos impactos
afectan la seguridad y sostenibilidad de los negocios, su reputación y
la confianza en el mercado de clientes, proveedores y consumidores. El riesgo
de desastres no se detiene en la puerta de la fábrica.
Las
pequeñas y medianas empresas - pymes en países en vías de desarrollo
son las que facturan mayor cantidad de dinero en relación con grandes
empresas, generan millones de empleos directos e indirectos; sin embargo
estas empresas a las vez, presentan mayor exposición a sufrir pérdidas,
con procesos de recuperación más lentos, debido a sus condiciones de
exposición y fragilidad para hacerle frente a las crisis. Es decir son
poco resilientes. Una vez que se pierde un negocio, es posible que este no vuelva a recuperarse nunca.
Sin embargo esta situación puede mejorarse si se comprende y aplica la gestión del riesgo
de desastres como una oportunidad para la continuidad de los negocios. Invertir
en Resiliencia empresarial para enfrentar las crisis: Resistir, Adaptarse,
Prepararse y Recuperarse, es el mejor negocio. Esto aumenta
la confianza en los mercados existentes y abre otros nuevos, reduce costos y pasa de un riesgo compartido a un valor compartido, para hacer
negocios más Seguros, Competitivos y Sostenibles. Además mejora
la toma de decisiones para realizar inversiones sensibles al riesgo, así como
la definición de mejores estrategias de respuesta y recuperación en caso de
desastre.
La
protección financiera asociado a una mayor cobertura de los seguros, el
control, evasión o elusión de los peligros, el aumento de resistencia y
redundancia funcional de la infraestructura, así como y los preparativos en las
empresas, reducirían pérdidas directas y los impactos en las cadenas de
suministro. Es decir las empresas para hacerle frente a las crisis y recuperarse rápidamente deberían tener un Plan A, B y C. En
América Latina menos del 15% de las empresas con menos de 100 empleados, cuenta
con un plan de continuidad de negocios o de gestión de las crisis.
Los negocios que conocen sus riesgos, invierten en la reducción de los mismos y se preparan
para afrontar las crisis de manera anticipada, aumentan su seguridad, permanencia,
sostenibilidad y competitividad en un mundo globalizado, con múltiples incertidumbres y
escenarios de riesgo. La
apreciación del riesgo, su tratamiento y el manejo de incidentes son los
tres elementos claves para garantizar la continuidad de los negocios
Soluciones Resilientes viene promoviendo en las Américas su Programa de Asistencia Técnica y de Formación: pymes resilientes, el cual busca motivar
a las empresas medianas y pequeñas a prepararse para hacerle frente a
las crisis, desde una planificación anticipada de acciones de
conocimiento del riesgo, la reducción del riesgo y el manejo de
desastres para la continuidad de los negocios en un clima cambiante,
soportadas en la legislación de los países y en las normas
internacionales ISO 31000, ISO 31010 y ISO 22301.
La volatilidad de los mercados, las incertidumbres macro-económicas y políticas del mundo actual, así como el incremento de pérdidas asociadas a la materialización del riesgo en desastre, obliga a las pymes a asumir mayores responsabilidades con sus grupos de interés, para garantizar la continuidad de los negocios.
Una comprensión integral que la inversión en resiliencia es el mejor negocio, esto permite mejorar el desarrollo de las capacidades empresariales para hacerlas más competitivas, reduciendo sus incertidumbres en un mundo en riesgo, para poder resistir, adaptarse, prepararse y recuperarse de manera eficaz y eficientemente.
La volatilidad de los mercados, las incertidumbres macro-económicas y políticas del mundo actual, así como el incremento de pérdidas asociadas a la materialización del riesgo en desastre, obliga a las pymes a asumir mayores responsabilidades con sus grupos de interés, para garantizar la continuidad de los negocios.
Una comprensión integral que la inversión en resiliencia es el mejor negocio, esto permite mejorar el desarrollo de las capacidades empresariales para hacerlas más competitivas, reduciendo sus incertidumbres en un mundo en riesgo, para poder resistir, adaptarse, prepararse y recuperarse de manera eficaz y eficientemente.
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